"Cano y Blunt no podrían cantar de otra manera. No son güeros, ni ricos, ni viven en Nueva York. Ellos son dos jóvenes mexicanos que viven en una colonia popular de Reynosa, ciudad fronteriza controlada por el Cártel del Golfo que desde hace años acoge a migrantes centroamericanos, a trabajadores de maquiladoras, a traficantes de drogas y a bandidos caracterizados por su violencia.
“Somos puro Reynosa un chingo de malandros / pura
gente mafiosa lo sufres o lo gozas, / Reynosa la Maldosa, la calle es
peligrosa, / póngaseme trucha, pura gente maldosa”. Así es como Cano y
Blunt reflejan en sus canciones el entorno en donde han vivido por más
de veinte años. Bautizaron a Reynosa como ciudad maldosa y no les falta
razón. En 2010 este lugar se convirtió en el infierno del noreste,
escenario de crueles enfrentamientos entre el Cártel del Golfo y sus
antiguos aliados, Los Zetas que dejaron un reguero de sangre por toda la
frontera tamaulipeca.
Se conocieron hace 18 años. Son vecinos y comparten su gusto por la
música. Desde niños escucharon las cumbias y los corridos que cantaban
las historias de bandidos, traficantes y pistoleros locales. Pero en la
adolescencia se dejaron influenciar por los acordes hechos al otro lado
del Bravo, esa música que hicieron en el Gabacho los que alguna vez
fueron marginados como ellos.
En Reynosa el desempleo y la falta de oportunidades,
los enfrentamientos entre criminales y soldados, los muertos en las
calles, los narcobloqueos y narcomantas les dieron idea de cantarle a su
ciudad. “Bienvenidos a mi reino, Reynosa querida / donde a diario la
gente se rifa la vida / gente que pesa, gente que te vuela la cabeza /
ándate con cuidadito o de balas te atraviesan / cuerpos mutilados y
tirados al canal / demasiada maldad pa’ caber en un penal”. Con este flow nació, hace cinco años, “Reynosa la Maldosa”.
En una tierra donde todos hablan de los narcos, de la gente, de los
mañosos; alguien les pidió que cantaran para ellos, y pagó por ello
mucho más de lo que estos jóvenes podían ganar en las maquiladoras
cercanas a su casa. Lo demás es historia. Cano y Blunt son los creadores
del narco rap en Reynosa. Desde hace más de seis años componen letras y
música que se escucha en los estéreos de los mafiosos locales y que al
oírlas los hacen sentir grandes: “Sobres, gente; la cosa como es, viene
dedicada p’al señor Metro 3 / uno de los buenos, en Reyno su terreno / con la corta, con el cuerno, te manda p’al infierno”.
Cano y Blunt no son el Movimiento Alterado del Noreste de México. Ellos
van más allá. Conviven con los narcos, amenizan sus fiestas, se duelen
en sus canciones de sus victorias y de sus muertes. Hablan sobre el Metro 3 (asesinado en 2011), del Comandante Aguililla o del R1, todos ellos miembros del Cártel del Golfo y son quienes deciden sobre la vida y la muerte en Reynosa.
Aunque este violento glamour parece seductor, estos dos hip hoperos
mexicanos no la tienen fácil. A los militares no les gusta que hablen
con familiaridad de los delincuentes y se los han hecho saber con
cateos. También tienen que lidiar con la feroz competencia que el narco
rap ha despertado en Tamaulipas.
A raíz de que grabaron en 2010 el disco Los Comandantes, con 17
temas dedicados a delincuentes tamaulipecos, otros grupos se lanzaron a
la escena. Hoy cantantes como 5050, Rayo y P. One, Los Dementes, Mc
Kope, Mr Enek, Crazy Family o el Sr. Cortez también hacen narco rap para
los miembros del Cártel del Golfo.
Lo cierto es que Cano y Blunt no sólo le cantan al narco. Tienen otros
tres discos grabados y más de 200 canciones que se escuchan en internet.
“Reynosa la Maldosa” los colocó en la mira de los jóvenes que deseaban
oír temas que hablaran de su tierra pero no en corridos, sino en un
ritmo que ellos pudieran entender, como el hip hop. “En los barrios
están las clickas peleando su terreno / y se arman los putazos pa’ saber
quién es el bueno / pleitos, robos, vatos drogos con nada que perder y
pa’ ganarlo todo”. Difícilmente podría haber rimas más cercanas a la
realidad que viven los jóvenes reynosenses actualmente.
Hoy estos cantantes buscan la visa de trabajo para los Estados Unidos,
no porque en México les vaya mal, sino porque aquí ninguna disquera se
ha interesado en grabarlos. Quieren ir a trabajar al Valle de Texas, ahí
tienen ofertas para grabar un disco en serio. Mientras obtienen la visa
siguen en su colonia y en su Reynosa la Maldosa retratando con música y
letra a los personajes que habitan en esa zona narca de México.
articulo que nos hacen llegar nuestros homies de reynosa extraido de la revista VICE...
no mames, que chingon
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